Santos Judas Tadeo y Simón, Apóstoles.
Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.

Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.

 

Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.
Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.

¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?

La cosa es muy sencilla. Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.

Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.

San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.

Su Carta termina con estas palabras:» Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría».

Los dos murieron martirizados de forma cruel.

¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!