Evangelio del día

Evangelio según San Mateo (28,1-10)4.

En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la sema¬na, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajan¬do del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su as¬pecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centi¬nelas temblaron de miedo y quedaron como muertos.
El ángel habló a las mujeres: «Vosotras, no temáis; ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado.
No está aquí. Ha resucitado, como había dicho. Venid a ver el si¬tio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis.» Mirad, os lo he anunciado.»
Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y lle¬nas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos.
De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alegraos.» Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies.
Jesús les dijo: -«No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.»